¿ Que qué hemos estado haciendo estos días? pues principalmente pasárnoslo en grande, jugar y lo más importante... aprender.
Hemos tenido la gran suerte de tener en nuestra clase a 6 personas que están llevando a cabo un experto por la Bircham University, sobre inteligencia emocional para niños y niñas.
El taller comenzó el lunes, cuando llegamos a la clase...¡ menuda sorpresa! toda la clase había cambiado, las mesas y las sillas no estaban como siempre, y lo más sorprendente es que había seis personas que se presentaron como: miedo, alegría, asco, tristeza, sorpresa y enfado.
A través de estos personajes hemos aprendido muchas cosas: a conocernos a nosotros mismos, a cuidarnos, a querernos, a identificar las emociones en nosotros mismos y en los demás, a saber reconocerlas a desarrollar estrategias para sentirnos mejor, a controlar los impulsos... eso y miles de aprendizajes más.
Durante la primera sesión, los niños y niñas dibujaron sus siluetas sobre un papel continuo, esto serviría para que todas las mañanas pegáramos un posit con la emoción que sentíamos en ese momento. Nos presentamos, cada uno presentó a un compañero, diciendo su nombre y las cosas que les gustan. También dibujamos las emociones y a la vuelta del patio, nos miramos al espejo y representamos con nuestras caras las emociones que habíamos trabajado a lo largo de la mañana. También nos representaron un teatro en la que diferentes animales representaban un cumpleaños muy especial...
Y para despedirnos, una sesión de yoga y relajación.
Nuestras siluetas. |
Con ayuda, escribimos la emoción que queremos poner en nuestra silueta. |
Adriana nos representa genial su cara de sorpresa. |
Cuando acaba el teatro las marionetas salen a saludarnos. |
Para el segundo día también había muchas sorpresas preparadas. La música nos acompañaría a la entrada todas las mañanas, la verdad que empezar el día bailando es una genial idea que queremos mantener para todo el curso.
Después de la música, recordamos lo que hicimos el día anterior y cuáles de ellas nos gustaron más, para ello lanzábamos una pelota a los compañeros y el o la niña que lo recibía contaba lo que más le había gustado de la sesión anterior.
A continuación tuvimos cine-forum, vimos un vídeo y en el mismo aparecían imágenes de diferentes películas y teníamos que adivinar que emoción se escondía tras esas imágenes.
Más tarde jugamos al dado de las emociones y a la caja sorpresa, había una serie de objetos y teníamos que decir que emoción nos provocaba cada una de ellas.
El día terminó con un cuento sensorial, donde los niños y niñas podían tocar, oler, sentir...los diferentes elementos que iban apareciendo a lo largo de la historia.
El tercer día nos depararía muchas sorpresas más. Tras escribir en los posit nuestras emociones, repasar la sesión anterior y decir qué cosas nos gustaron más, pasamos a hacer una actividad en la que ellos contaban una situación en la que se habían sentido muy tristes, después elegían un globo del color que quisieron, lo inflaban relacionándolo con la intensidad de la tristeza que habían sentido en esa ocasión, es decir, cuanto más tristes más se inflaba el globo. Después pegaban el globo en su silueta.
A continuación comentaban una situación en la que se habían sentido muy contentos, elegían el globo, lo inflaban y pasaban al aro en el que analizaban porqué se habían sentido así. Ese aro nos va a servir como nuestro "refugio" para cuando nos sintamos enfadados o tristes.
Cuando volvimos del patio, escuchamos el cuento de la casita de las emociones, después la dibujamos sobre un papel continuo.
Para despedirnos, una buena sesión de yoga y relajación.
Ya llegamos al cuarto y último día del taller. Retomamos las rutinas diarias y a eso añadimos una actividad que a los niños y niñas les encantó y que consistió en, a través de la expresión plástica, plasmar algo que le haga estar contentos.
Degustamos un riquísimo desayuno a base de fruta y chocolate al que nos invitaron nuestros nuevos amigos, ¡muchas gracias!
Tras el patio, hicimos una actividad cuya clave era el trabajo en equipo. Todos subidos encima de un hule tendríamos que darle la vuelta sin pisar fuera. Fue todo un reto además de pasárnoslo de escándalo.
Después jugamos a un juego llamado 1, 2, 3...¡¡¡todo un descubrimiento!!!!
Más tarde entramos a la clase, nos habían preparado una sorpresa, las siluetas que nos habían acompañado durante estos días, ¡¡¡nos las podíamos llevar a casa!!! hicimos una foto de despedida y nos dijimos adios.
Millones de gracias a Alegría, miedo, tristeza, asco, alegría y enfado, por regalarnos unos días maravillosos, llenos de experiencias y aprendizajes.
Os echaremos de menos....¡¡¡¡hasta la próxima!!!!
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